Fue en un atardecer
frío de invierno.
Como una pesada losa,
te transformaste en pesadilla
y sucumbí a tus encantos,
a tu canibalismo extremo.
Olvidé mis promesas y sueños
y caí bajo tu influjo.
Fue en un atardecer;
desperté sobresaltado,
Te miré a los ojos:
me sonreíste,
y nada había cambiado
todo permanecía igual.
Y las sombras se marcharon
para nunca regresar.
Entrevista sobre «Futuro interior» en Aragón radio
Hace 3 meses
3 comentarios:
PRECIOSO!!!
Gracias Victoria.Besos...
muy lindo!!!
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