En esta foto, no me reconozco,
se que estuve allí, agarraba tu mano
y hacía frío.
Pero ahora, no soy aquel joven
que desprendía luz y feromonas.
Las calles, los edificios
tampoco son los mismos.
Aquel taxi negro y rojo,
ya no existe en Madrid.
¿Cuál habrá sido tu camino?
Aquel invierno del ochenta y seis,
tocábamos el cielo de la libertad.
Cunado uno rebusca en los cajones
de la memoria,
siempre aparecen fantasmas burlones.
Hoy volví a tenerte en papel Kodak
y un terremoto de sensaciones,
sacudió mi apuntalada estructura.
viernes, 11 de noviembre de 2011
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1 comentario:
Si esa foto, además, tuviera olor y sabor, igual el sunami de sensaciones te arrolla como a Marcel por el camino de Swann
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