La mujer que me besa a diario,
no es una diosa inventada por hombres.
Ella es real, vital, imán, a veces letal, siempre leal.
La mujer que me besa a diario,
llena estancias con su presencia,
dibujando los mapas de mi consciencia.
Cada mañana al despertar en silencio,
oigo la música de su latido
besando sus labios adormecidos.
Para mañana, ya es tarde,
hoy nuestros pulsos,
bailan tangos de
Gardel.
2 comentarios:
Precioso de verdad
Afortunada musa la tuya
Besos,
Pi
Gracias Amparo, besos.....
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