Los domingos son días raros,
antesala de la rutina y lo cotidiano;
funeral de la semana
cortafuegos del sábado.
A mi no me gustan los domingos,
cargados de misas y fútbol,
bálsamo para otros, no para mi.
Por eso los domingos los paso
mirándome en los espejos de tus pupilas
y al reflejarse las mías,
se que estoy vivo,
que todo lo que necesito,
es atravesar los pasadizos del butrón
que construí en tu costado;
y allí encontrarme de frente abrumado,
por los tesoros de tu interior.
Entrevista sobre «Futuro interior» en Aragón radio
Hace 3 meses
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