viernes, 3 de febrero de 2012

EL FIN DE LA MEMORIA


Ahora, no me reconoces

pero hubo un día en que me enseñaste

los misterios de lo simple.

Calmabas con tu voz,

mis dudas y temores

cuando la noche devoraba la luz.

Físicamente presente,

ausente y mudo hacia el mundo.

Lagrimas resbalan por mi rostro

por vivir sin tenerte.

Todo se paró en mi cosmos,

cuando la nada,

se apoderó de tu mente.




Dedicado a todos los que sufren Alzheimer y a sus familias.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Te felicito, lo último que estás escribiendo me está gustando más aún que lo anterior.
Con tu permiso, Nico, quiero sumarme a la dedicatoria de este poema con otro mío. Que vuele la tinta!!

Todo vuelve en forma
de falso brillo,
pareció un suicidio
y la locura es sana.

Entre tanto vivido
no recuerdo nada.

Disolver la vida
hirviendo agua,
recorrer pasillos
repitiendo mañana.

Entré vívido,
no recuerdo nada.

Los niños ansían senectud,
los mayores excusan filigranas.

Estaré bebido,
no recuerdo nada.

No estoy álgido, no caí,
no quiero que me dediquen un si asiento…
Ni esperar tu si parada…
Yes momma….

Entraré en el olvido,
no recuerdo nada.

Los aspavientos santanderinos,
espantosas aspas,
en vez de parecer prefiero
aparecer cada mañana.

Entre tanto ídolo
no recuerdo nada.

La última noche que te besé,
nadie te besó.
La última caricia que me diste,
notó mi piel sin tocarla.

Te quiero tanto y,
no recuerdo nada.

Me fui porque no me encontraba
para volver donde ya estaba.
No me entiendo, no me entienden,
no sé desde cuándo hasta dónde.

Me perderé en mí, porque…
No recuerdo nada.

purificación dijo...

Es un poema tristemente real, Me pregunto quedará en sus mentes. Felicidades por este acierto.