Los domingos son días raros,
antesala de la rutina y lo cotidiano;
funeral de la semana
cortafuegos del sábado.
A mi no me gustan los domingos,
cargados de misas y fútbol,
bálsamo para otros, no para mi.
Por eso los domingos los paso
mirándome en los espejos de tus pupilas
y al reflejarse las mías,
se que estoy vivo,
que todo lo que necesito,
es atravesar los pasadizos del butrón
que construí en tu costado;
y allí encontrarme de frente abrumado,
por los tesoros de tu interior.
domingo, 13 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mi lista de blogs
-
-
PRELUDIOHace 1 mes
-
El cielo sigue siendo azul...Hace 9 años
-
Atención, más obrasHace 10 años
-
Nota de redacciónHace 11 años
-
OfrendaHace 12 años
-
-
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario