martes, 16 de noviembre de 2010

LA FAMILIA DEL POETA

Os quiero tanto,
que os cuidaré
de los hombres,
que puedan haceros daño.

Mi vida,
que yo nunca
vea en tus ojos,
Un llanto.

3 comentarios:

Amparito dijo...

A veces también hay que dejarlos llorar...
Siempre me acuerdo de una árticulo de Rosa Montero en que desmostraba que hasta el dolor es necesario: unos niños nacidos sin la capacidad de sentir dolor morían al no ser advertidos de lo que les podía causar daño
Es curioso pensar en el fragil equilibrio en que se mueve la vida y lo necesario que es lo oscuro para apreciar la luz.
En cualquier caso, suerte tiene una familia de tener poesía y gente que que se quiera.
Apreciemoslo y vivamos en poesía, como dice Angel Gabilondo...
Buenas noches y dulces sueños (que no nos falten sueños)

lupe dijo...

Lo bueno si breve dos veces bueno.
Besos lupe.

Nicolás Corraliza dijo...

Gracias Ampa, por tus palabras.
Gracias Lupe, besos.........