miércoles, 26 de agosto de 2009

EL NIÑO FERROVIARIO

Su pasión, los trenes,
su vida la mía.
Sus ojos expectantes,
esperan la llegada
del siguiente tren
de vidas cargados.
Y el, ajeno a el dolor,
sonríe ante el trajín
esperando que la luz
le lleve a otra estación.
Su sueño el tren
Y el mío es EL.

1 comentario:

Antonio Torres Rodríguez dijo...

A veces sale, y cuanto lo hace, lo plasmas sencillo, imposible más simpleza. Los sentimientos no siempre son fáciles de expresar, pero tú, quizás no te lo propongas para impresionar buscando palabras rimbombantes, por eso lo consigues.
Me gusta como miras a tu hijo, su pongo, y como él mira a los trenes.
Saludos, amigo.